Se trata de intentar tocar el cielo con los pies bien puestos en la tierra ¿no?



Yo soy autora de mi vida. Desafortunadamente lo estoy escribiendo a boli, y no puedo borrar los errores





jueves, 24 de diciembre de 2009

Navidad...



¿Qué sentido tiene la Navidad? ¿Cuál es el verdadero sentido? ¿Para qué sirve? Que alguien me lo explique, porque verdaderamente no lo sé.

Todo el mundo dice que es un día en que toda la familia se reúne, y celebran diosabeque. Nunca se está la familia reunida. Siempre falta alguien. Por cualquier motivo… No quieren ir a casa de nadie, están enfermos, están en otra ciudad, trabajan, o simplemente… están muertos.

No sé porque todo el mundo está tan contento con todo esto. ¿Qué tiene de bueno? ¿Recordar los viejos tiempos en familia? Lo odio. Sinceramente lo odio. Recordar a aquellas personas que ya no están. ¿Para qué? Si no están…

¿Y el motivo de hacer una comida “especial? ¿Por qué? Es un día como otro cualquiera… ¿Por qué nadie va a buscar comida del McDonal’s ese día? Porque es “especial”. Todo el mundo se gasta la pasta en gambas, que luego pocos prueban. El jamón recién cortado… Tonterías al fin y al cabo.

Vestirse bien para la ocasión. Si solo estás con tu familia. ¿Por qué te vistes más formal? Nunca te vistes así cuando vas a visitar a algún tío o a tus abuelos. Pero claro… con que es Navidad, todo cambia.

Luego lo único que tiene de bueno la Navidad. Los regalos. Es lo único que me gusta…

Aunque tampoco le encuentro sentido, la verdad. ¿Por qué justamente este día del año se regala cosas? ¿Por qué en Navidad y no el 5 de Marzo, por ejemplo? Lo único importante son las ilusiones de los enanos, y de los no tan enanos.

¿Y fin de año? ¿Por qué la gente se alegra tanto de que pase el tiempo? He deseado tantas veces que se parase el tiempo… Pero luego celebro que comienza otro año. Si no hay más remedio… Al menos me lo paso bien ¿No?...

-Venga niña, come polvorones y turrones.

¿Queréis que explote?

Primero llenáis la mesa de un pica-pica que no cabe en la mesa, que por cierto, la mitad de las cosas no me gustan. Así que solo como piña con jamón, olivas, patatas, berberechos, y fuet, queso, y chorizo, ¡si es que ponen!

Luego vienen las gambas a la plancha, con ese olor tan… peculiar que tienen. Luego encima te dicen:

-Si te has quedado con hambre, hay más ahí, eh.

¡Me he hinchado a piña! ¿Cómo quieres que tenga hambre? Encima que tengo la boca acida. ¡No me cabe nada más!

Claro que llega la hora de los turrones, polvorones, mazapanes, y un largo etc.

-Pero niña… ¿No vas a comerte un polvorón o un trozo de turrón?

-No gracias. Estoy llena, no me cabe nada.

-Anda no digas tonterías, que estamos de fiesta.

¿Y qué que estemos de fiesta? ¡No quiero más!

Claro que ahí está asomando ese trozo de turrón de chocolate saludándote y poniéndote ojitos, y aunque en la barriga no te cabe ni un soplo de aire, aceptas y coges un trocito de ese turrón.


Te sientas en el sofá, te desabrochas el primer botón del pantalón, y sacan los licores.

-¿Quieres licor de manzana? Pero sin alcohol, eh. Que tú no puedes beber todavía. Eres muy joven.

Si tú supieras mama… si tú supieras…

¡Aceptas! Claro, con que estamos de fiesta…

Luego ya tu padre pone la Televisión española con la gala de todos los años, y se pone en medio del comedor a bailar. Tu estas toda tirada en el sofá con ganas de irte por ahí con tus amigos, y no se le ocurre otra, que cogerte del brazo, tirar de ti, y ponerte a bailar con él. Viva la fiesta. Mientras los demás ríen, y aplauden al ritmo de la música, y alguno incluso se anima a bailar.

¿A esto se le llama Navidad?










Y ya hablaré de la noche de reyes…

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