Se trata de intentar tocar el cielo con los pies bien puestos en la tierra ¿no?



Yo soy autora de mi vida. Desafortunadamente lo estoy escribiendo a boli, y no puedo borrar los errores





jueves, 9 de abril de 2009

Lejos de aquí


Ya estoy cansada de tantas broncas, de tantos gritos contra mí, de que no me escuchen, de que me olviden como un barco de papel. Cuantas veces habré pensado...¿para que habré nacido?. Para que me griten, para que me echen bronca, por, ¿por respirar?. Esto ya es demasiado, nolo soporto. ¡¡¡¡NADIE!!!!, Nadie sabe lo que yo paso, lo que me jode cada grito, cada bronca, cada mala cara, cada desprecio...Lo que me duelen mis propias lagrimas, que se me clavan como cuchillas en el corazón. Por que sé que nada cambiará, que todo seguirá igual. Y es que nadie me escucha, nadie me comprende, nadie se preocupa por mí, nadie me entiende. Ya nadie me hace reir, y es que no tengo motivos para reir, ni una sonrisa falsa, no hay motivos, solo para llorar. Estoy harta de llorar a escondidas, ocultando todo el dolor que llevo dentro, todo lo que aguanto. Me quiero ir, lejos de aquí, a un sitio que no haya nadie, solo yo, almenos por un día. Aveces me gustaria no haber nacido, no me pregunteis por que, pero solo lo pienso.

Lejos de aquí, algun día, estaré lejos de aquí, y no me veran llorar.















Lo escribí hace bastante tiempo u.u

lunes, 6 de abril de 2009

odio...

" no entiendo esa gilipollez que se les mete a la gente, cuando estan enamorados. esa forma de actuar, de pensar, de decir las cosas, da asco. bueno, no es que de asco sinceramente, solo, que no lo soporto. si estas enamorado, enorabuena, ¿te regalo un puto pin? y a mí que coño me importa que estes enamorado. no veo la necesidad de gritar a los cuatro vientos que estas enamorado, que tienes novio/a. a la gente no le importa tu puñetera vida de mierda. ya tenemos bastante con la nuestra, no nos hace falta escuchar decir cuanto le quieres, y que darias tu vida, que hoy no lo has visto y que te vas a poner a llorar por un puto dia que no lo veas. realmente odio todo esto. ¿que estoy amargada? Vale, un pin para ti. ¿ que cambiare de opinion cuando de verdad esté enamorada?. Felicidades, ya lo estoy, y lo sigo odiando. ¿ que por que lo odio?. por que no me quiere, y no lo sabe. ¿ que por que no se lo digo? soy muy cobarde en estos casos. ¿ que soy tonta, que no pierdo nada diciendoselo? Lo sé amigo mio, pero ya lo he dicho, soy una cobarde. ¿ que lo mas seguro que se me escape, y se vaya con otra?. Eso ya ha pasado unas cuantas veces, y lo he seguido queriendo. y sigue sin saber que le quiero. por esto, y por mas odio las patrañas estas de ir diciendo a todo el mundo " que bonito es el amor, que bonito es todo lalala lalala" anda y tiraros por un puente."

viernes, 3 de abril de 2009

Reencuentro...

Tal vez, lo que más necesitaba en ese momento, eran sus abrazos, sus besos, sus caricias, sus “te quiero”. Pero nada de eso tenía. Miré mi reflejo en el cristal mojado por la lluvia, una imagen demacrada de mi misma, se reflejaba. Afuera llovía, pero para mí, es como si hubiera una tormenta dentro de mí. No le tenía, se había ido, por mi culpa, por mi absurda puta culpa de ser una orgullosa. Anhelaba aquellos momentos que con el viví, le necesitaba. Era mi sonrisa en mis días de tristeza, y mi Sol, en días lluviosos, como hoy. Pero hoy no estaba, y seguía lloviendo, llovía dentro de mí, y eso nadie lo podía parar, excepto el. Sonó el timbre. Me aparté de la ventana, y me dirigí hacia la puerta. La abrí y me quedé… exactamente no sé cómo me quedé al verle a él, era él, estaba en mi puerta, empapado en agua, con la respiración agitada, y con la cabeza agachada, con la vista en el suelo. Yo, no podía reaccionar, era el, EL. No dije nada, el elevó la vista, me miró a los ojos y me sonrió, solamente me sonrió, solo eso bastó para que yo rompiera en llanto allí mismo. El entró, cerró la puerta, y solamente me abrazo. Estaba empapado, y me mojaba, pero me daba igual, lloraba en su hombro, le abrazaba fuerte, para que no se fuera a escapar otra vez, como si nada hubiera pasado. El se separó de mí, y me volvió a sonreír, con aquella sonrisa que tanto anhelaba. Me cogió la cara, y simplemente, me besó. Me besó como la primera vez, con aquella dulzura y ternura, que él solamente tenía, otra vez aquella sensación de que nada importaba, de tener tropecientas mariposas en la barriga. Otra vez salía el Sol.