AMIGO INVISIBLE

¿Quién no ha tenido un amigo imaginario? Creo que todo el mundo, ha tenido uno, aunque lo nieguen, tal vez por vergüenza…

Yo por ejemplo, no me he imaginado nunca a nadie, como persona que me hablase, en mi mente. Aunque parezca estúpido, tonto o no sé qué… Hablaba sola. Me preguntaba cosas yo misma, y yo misma me respondía, con lo que yo quería oír. Era feliz. Siempre tenía la respuesta que yo quería. O si no, me imaginaba que cualquier cosa de la casa, me hablaba, y era quien me contestaba. Por ejemplo, estar sentada en la taza del wáter, girar la vista hacia la ducha, y ver los botes de gel ahí parados, y yo preguntarles cosas, e imaginarme que me contestaban. Suena absurdo lo sé. Pero de esa forma me aislaba del mundo, y podía pensar, reflexionar, oír lo que yo quería oír en ese momento. Podéis reíros si queréis… Soy así de estúpida.

Y lo sigo haciendo, bueno, lo de hablar con el gel de ducha no, sino contestarme yo sola. Sería como hablar con tu yo interior. Que te dice que tienes que hacer. Aunque parezca absurdo o tonto, seguramente todos hemos hablado con nosotros mismos. No en voz alta, pero si en pensamiento. En tu interior.

-Y tú, ¿has tenido algún amigo imaginario de pequeño?

-¿Yo? Que va, eso son chorradas hombre, tonterías de niños pequeños.

¡Mentira!

Cuando estabas en el parque, y no había ningún niño con quien jugar, cuando estabas en casa solo con tus muñecos… Siempre inventabas juegos, pero siempre había alguien más, el amigo invisible… Te imaginabas que alguien más jugaba contigo, o tan solo los muñecos eran los protagonistas. Los movías, los manejabas a tu antojo, hacías que decían lo que tú querías en ese momento, que hiciesen lo que tú querías… Tus juguetes eran tus amigos.

Tal vez, ponías a todos tus muñecos y peluches, en la cama, bien puestos, a modo de público, y tú te ponías en la puerta haciendo ver que cantabas, y que ellos te aplaudían… Les hablabas, y les contabas lo que te pasaba, lo que te preocupaba, lo que tal vez no te atrevías a decir a alguna persona a la cara…

Y a veces sin darnos cuentas, ahora, lo seguimos haciendo. Tal vez ya no con peluches, o sí. Contigo mismo te desahogas. Lloras, gritas, ríes, destrozas cosas, esa es la manera de expresar tus sentimientos.

Y no me negareis, que alguna vez, habéis hablado solos, en voz alta.

-¿Con quién estás hablando? O.o

-¿Eh?... ah no nada, conmigo mismo. Déjalo… No me hagas mucho caso

Nosotros mismos, somos nuestros mejores amigos…